Generalmente, el efecto comienza entre 30 y 60 minutos después de tomar el LSD. El tipo de efecto del LSD depende en gran medida del estado emocional de quien lo toma. Esto se debe a que, al contrario que otras drogas, el LSD no produce automáticamente una experiencia positiva y controlable, sino que intensifica el estado emocional existente y hace que seas consciente de problemas emocionales reprimidos.
El LSD desactiva los mecanismos de control y los reflejos habituales.
Percepción intensa del propio mundo emocional y, de esta forma, de los conflictos personales y de los mecanismos de represión.
Los estados emocionales negativos habituales, provocados por ejemplo por una separación, la pérdida de un ser querido o del trabajo, también pueden verse intensificados por el LSD.
El consumo de LSD puede, en ciertas circunstancias, provocar fuertes convulsiones a personas con una disposición a la epilepsia. Por eso, las personas que en el pasado ya tuvieron un ataque epiléptico deberían renunciar sin dudarlo a consumir LSD.
No deberían consumir alucinógenos (LSD, psilocibina, etc.) bajo ningún concepto personas que sufran psicosis esquizofrénicas, trastorno bipolar o trastorno límite de la personalidad.
No consumas LSD u otras sustancias psicodélicas con el estómago lleno y practica la «psicohigiene». Es decir, asegúrate de estar física y psicológicamente sano y relajado. ¡Si no estás de buen humor, es mejor que no tomes LSD!
¡Toma LSD solamente con personas que conozcas bien y en las que confíes!
El LSD puede cambiar tu forma de ver la realidad, relajar tus límites y así conducirte a llevar a la práctica fantasías sexuales. Esto conlleva el riesgo de renunciar a un sexo más seguro, lo que aumenta la probabilidad de transmisión del VIH y otras infecciones de transmisión sexual.
El sexo y el LSD solo pueden combinarse si hay consentimiento y confianza mutuos. Especialmente en el caso del LSD, siempre hay peligro de un mal viaje. Por tanto, solo deberíais combinar sexo y LSD si os conocéis bien y también conocéis los efectos de esta droga. Aclarad de antemano qué prácticas sexuales aceptáis los dos y cuáles no.
Toma dosis bajas para poder ser capaz de resistirte o para que puedas reconocer señales de rechazo en tu pareja.
Antes de empezar, tened a mano suficientes productos para asegurar un sexo más seguro (guantes, preservativos, lubricante).
¡Presta atención a tu cuerpo! Si notas alguna anomalía, vete inmediatamente al médico. Si tienes diferentes parejas sexuales, hazte pruebas de infecciones de transmisión sexual cada 6 meses y vacúnate contra la hepatitis A/B.
VIH & LSD:
Toma drogas y medicamentos para el VIH en momentos distintos. Esto podrá disminuir un poco la interacción entre ellos. Toma siempre dosis bajas de drogas cuando las consumas al mismo tiempo que los medicamentos.
A menudo, la noche se vuelve larga: lleva suficientes medicamentos contigo y respeta las horas de toma.
¡Habla con tu médico acerca de las interacciones entre tus medicamentos contra el VIH y los estupefacientes!
No se conocen interacciones peligrosas con los medicamentos del VIH, pero el efecto del LSD podría intensificarse de forma indeseada al tomarlo simultáneamente con inhibidores de la proteasa y Sustiva.
Aquí encontrarás información sobre las interacciones entre medicamentos contra el VIH y diversas sustancias.